A finales del 2021 sonaron todas las alarmas. En las Islas Canarias se batió uno de los récords más crueles. El año cerró con la cifra más elevada de fallecidos en la Frontera Sur de Europa, con un aumento del 24% en la muerte de personas migrantes que intentaron llegar a las costas españolas. Alrededor de 1.332 personas desaparecieron o fallecieron en el mar, según el Balance Migratorio Frontera Sur 2021 de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
La ruta de África Occidental, la más transitada y mortal
Las rutas migratorias desde el continente africano hacia España se dividen principalmente en dos vías. En este primer caso, la ruta Canaria forma parte de la conocida como ruta de África Occidental. Los migrantes que cruzan el archipiélago canario pasan principalmente por Gambia, Senegal, Mauritania, el Sáhara Occidental, Marruecos y Argelia. Las travesías marítimas pueden rondar los cien kilómetros, desde el punto más próximo entre la costa africana y canaria, hasta los más de seis mil si hablamos de travesías que parten desde Gambia.
A pesar de la crudeza, la ruta de África Occidental es la más transitada. En estos últimos años, el incremento en las llegadas y los fallecidos se ha acentuado debido a las medidas contra la Covid-19 impuestas en muchos países africanos. Las restricciones económicas o la ausencia de un sistema sanitario férreo contra la pandemia, ha intensificado las rutas migratorias, y en este caso, la de África Occidental.
La ruta, además, aglomera rutas secundarias que nutren la vía principal. En este caso, desde ciudades malienses como Bamako o Gao, pasando por capitales como Monrovia, Freetown o Conakry, viajan a ciudades costeras con flujos migratorios habituales como Bissau, Banjul o Dakar.
De la intensificación de llegadas a la intensificación de medidas anti-llegadas
Por otro lado, la Ruta del Mediterráneo Occidental, hace más bien referencia a las llegadas irregulares tanto por tierra, a las ciudades autónomas españolas como Ceuta y Melilla, como por mar, a través del Mediterráneo. En este caso, entre los países de salida destacan Níger y Burkina Faso como zona de paso principal y Ghana, Togo, Benín y Nigeria como zonas de afluencia secundaria. Aun así, Argelia y Marruecos son siempre zonas imprescindibles para alcanzar España.
En 2018 esta ruta fue la vía de acceso principal para llegar a Europa. Tras un pico de llegadas ese año, los números han ido en descenso después de la intensificación de las medidas para retener la migración irregular, implementadas en Marruecos y apoyadas por instituciones europeas y en cierta medida, españolas. Precisamente, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) apoya a España en la retención de llegada de migrantes a través de la Operación Indalo. El plan de contingencia lleva una década desplegado en la ruta occidental del Mediterráneo a través de medios navales y agentes en los principales puertos de llegada.